Pbro. Lic. Juan Carlos Flores Rivas

El año 2018 Dios nos bendijo grandemente, con un fuerte impulso del Proyecto del monumento a Cristo Rey de la Paz, en el cerro de El Encinal, del ejido de Carabalí, en el municipio de Acapulco, ya que durante el primer semestre del año, se colocaron seis pilotes de 20 metros de profundidad, ya colados con cemento, que serán el arranque de una nueva escultura que se espera alcance los 70 metros de altura.

Gestor de esta importante obra, el Presidente Municipal de Acapulco en turno Evodio Velázquez Aguirre, quien el 27 de julio entregó los trabajos al Arzobispo de Acapulco, y se comprometió a continuar como gestor de la obra, desde su posición como sociedad civil, una vez entregado el cargo de alcalde.

Debemos tener muy en claro que la obra, aunada a un proyecto de Centro de paz, es una trabajo que rebasa en mucho las posibilidades de una administración municipal, y que a pesar de la politización que se hizo de ella en los últimos meses, ha cumplido y con creces, los objetivos que se propuso: presentar la viabilidad del proyecto desde el punto de vista social, turístico y religioso. Tristemente, la canibalización propia de la realidad política en la que nos vemos inmersos, pretendió dar por clausurada la obra, equivocadamente, pues solamente fue una clausura temporal que, una vez que aparezca en el horizonte un nuevo político con visión de estadista, será retomada en los cauces adecuados. Cristo es nuestra paz, y Él es el Señor de los cielos y de la tierra, dueño de nuestra historia particular y colectiva, y es quien tiene la última palabra.

Mientras tanto, queremos invitar a todos a que nos acompañen, a la Tradicional Peregrinación con motivo de la Solemnidad de Cristo Rey, en la víspera, sábado 24 de noviembre, para la Santa Misa que tendrá lugar en punto de las diez de la mañana al pie del monumento. Como en los buenos tiempos, subiremos a pie, desde el punto donde termina la carretera asfaltada y comienza la terracería, 500 metros, ya que las pasadas lluvias, aunque no destrozaron el camino, que en esta ocasión fue un trabajo bien hecho, a conciencia, sin embargo, sí dejó al descubierto la grava de modo que los automóviles no pueden subir sin riesgo de ponchar los neumáticos. De forma que los peregrinos deben calcular bien los tiempos de subida, y llegar al monumento a tiempo para la misa. Ir con calzado adecuado y, sobre todo, ir preparados para protegerse del sol, y llevar agua para beber y alimentos para compartir.

¡Te esperamos!

¡Participa con nosotros!

Y, sobre todo, invita a tus amigos.

¡Viva Cristo Rey de la paz en Acapulco!