Violencia
Por: Raúl Sendic García Estrada
La violencia es la palabra que más se repite en los periódicos, referente a los tipos de violencia y la conflictividad, etimológicamente la violencia es la interacción entre sujetos que se manifiesta en aquellas conductas o situaciones, en las cuales de forma deliberada se producen diversos tipos de daños o sometimientos, ya sean estos de tipo físico, sexual, verbal o psicológico.
La violencia también puede ser a partir de acciones de lenguaje o de las amenazas, pero también silencios e inacciones.
La etimología de la violencia, tomando en cuenta las raíces antropológicas de éstas, se le relaciona desde tiempos muy remotos, a la idea de la fuerza física y el poder, al sometimiento de la voluntad que se impone sobre el otro.
El origen tiene que ver con la definición del latín, vis tempestatis, que quiere decir, vigor de una tempestad, al cual en el llamado Código Justiniano, se habla de una fuerza mayor a la que no se puede resistir. A la acción violenta, se le llama impetuoso, furioso, incontenible o violento.
Hace falta analizar la violencia, desde el mismo concepto y su origen antropológico, además desde el enfoque sociológico, elaborar un tratamiento profundo sobre el tema, aunque este es altamente complejo.
La definición de violencia, tiene su origen en el uso de la fuerza física tanto como la psicológica, con todas sus implicaciones, variadas estas como humillaciones, amenazas, rechazos o agresiones verbales, así como las implicaciones en las relaciones humanas y sus consecuencias como el resentimiento, el odio, los daños psicológicos y las repercusiones negativas que tiene la sociedad.
La violencia es un comportamiento deliberado que tiene que ver con el maltrato, la represión política, la intolerancia religiosa, el crimen organizado, la llamada violencia revolucionaria.
Los tipos de violencia, han llevado a que se sustituya el concepto violencia, por “violencias”, por la diversidad de éstas, desde la violencia doméstica e intrafamiliar hasta la violencia en las imágenes y en los símbolos, a lo cual se le denomina violencia simbólica.
Son diferentes los tipos de violencia que sufre la sociedad, que ha llevado a acuñar nuevos conceptos, como el llamado “bulling”, muy en boga en la actualidad, particularmente en las escuelas y que afecta por igual a niños y jóvenes con diferentes repercusiones y repercusiones en todos los ámbitos sociales.
Es necesario desarrollar estudios transdisciplinarios de la violencia dada su alta complejidad, estudiando desde la estructura económica, la salud mental, la dinámica social, las ideologías y la familia.
La violencia también se debe de abordar desde el relativismo cultural y la lucha por el respeto a los derechos humanos y contra la tortura, abriendo una mirada más global, dadas las implicaciones de éstas en la sociedad actual.
La sociología tiene grandes aportes en el estudios de las teorías del conflicto, la denominación y el cambio social; desde el estudio de los clásicos: Marx, Weber y Durkheim, hasta llegar a la parte donde se examina la violencia con los teóricos particularmente norteamericanos, Gurr, Smelser y Huntimgton.
Llegando al estudio del estado moderno que monopoliza el estudio de la fuerza en aras del control y dominación de la sociedad.
La violencia está relacionada con el estado, con la llamada violencia legítima que se ejerce desde el poder, llegando a estudiar a la violencia, relacionada con la democracia, concibiéndose como la forma de poder y dominación que luchan en contra de la violencia, pero anteponiendo el fin del conflicto, garantizando la seguridad, la pluralidad, el diálogo y el respeto irrestricto a los derechos humanos.
Los esfuerzos en contra de la violencia deben ir encaminados a la no violencia, concebida como una ideología o como una práctica ético política que rechaza el uso de la violencia y la agresión en cualquiera de sus formas, partiendo de la premisa que la violencia genera más violencia.
La base de la no violencia es buscar la cohesión social, reestructurar el tejido social comunitario, la búsqueda de la legalidad y la lucha social comprometida, con acciones y métodos de protesta no violentos, pugnando en contra de la discriminación y la violencia.
La denuncia desde los hechos de violencia y discriminación, la organización y movilización social voluntaria y solidaria.